Alergia: hay algunas alergias ocasionadas por ciertos pelos de gato. Más probablemente por las partículas de saliva que quedan en el pelo cuando el gato se acicala y se limpia.ver raza sphynx
Toxoplasmosis: esta enfermedad es peligrosa para la mujer embarazada, por ser una de las principales causas de malformaciones en el feto. El gato, como especie, desempeña un papel clave en el ciclo de esta enfermedad, siendo un huesped obligatorio para la transmisión. El gato adquiere la enfermedad cuando se alimenta de algún pájaro o ratón infectado. Por lo tanto la primera conclusión es que el gato implicado en la tranmisión es aquel que tiene posibilidad de cazar ratones (gato silvestre o de granja) y no el gato de piso alimentado con piensos o latas. El gato excreta los ooquistes en las heces y el humano se infecta por el contacto oral con ellas (por no lavarse las manos después de limpiar la caja, por ejemplo). Esto ya supone de por sí un bajo riesgo de contagio. Además es improbable que un gato doméstico se alimente de estos animales, ya que algunos gatos los consideran trofeos. Teniendo en cuenta lo anterior, y si en estado de embarazo la mujer se protege con guantes a la hora de limpiar la tierra donde entierre sus heces el gato y se lava las manos tras limpiarlo, la posibilidad de contagio se reduce considerablemente.
No hay que olvidar que según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la principal causa de la toxoplasmosis en mujeres es la ingesta de carne cruda o poco cocida, así como verduras sin lavar (contaminadas con heces de gato). La mujer seropositiva a toxoplasmosis queda inmunizada de por vida, por lo que sólo se considera período de riesgo los 4 primeros meses de embarazo de las mujeres seronegativas a la toxoplasmosis (las que tienen posibilidad de infectarse).
Leucemia: esta enfermedad, que no es igual que la leucemia humana, es una de las más extendidas. No es contagiosa al humano ni a otros animales, sólo se transmite de un gato a otro, mediante saliva o sangre. Los gatos vacunados de leucemia están protegidos cerca de un 95%. Castrando a un animal se evitan ese tipo de riesgos en caso de que el gato tenga acceso a exteriores, ya que estando castrado no tiene contacto sexual o de sangre (peleas por el territorio, por ejemplo) con otros gatos. Desgraciadamente es una enfermedad desconocida por muchos veterinarios que, al no saber tratarla, recomiendan el sacrificio del animal. Sin embargo, no es igual haber estado en contacto con la enfermedad y ser portador que estar infectado y desarrollando la enfermedad. En el primer caso, el gato puede llegar a acantonar la enfermedad pudiendo tener una vida larga y saludable. En el segundo de los casos, el gato está más expuesto a morir, pero aún así no es una enfermedad fulminante. La leucemia gatuna no es inicialmente más que la pérdida de defensas en un animal que es portador de ella, siendo cuando se desarrolla una enfermedad degenerativa que acorta la vida del animal en algunos años, pero que puede aplacarse si el gato vive en buenas condiciones, a no ser que debido a la pérdida de defensas cualquier pequeña enfermedad puede ser peligrosa (rinotraqueitis, resfriados, etcétera). La leucemia "terminal", es cuando llega a la médula espinal, anulando totalmente la producción de glóbulos blancos para su defensa, entonces el animal empieza a deteriorarse rápidamente y muestra su agonía de manera que el sacrificio es la única solución. Pero, mientras no presente un estado crítico, precisa cuidados y buenos alimentos, acompañado, por sugerencia de veterinarios expertos, del uso del "interferón" u otros complementos que le ayuden a tener más fuertes sus defensas.
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